Muchas veces decimos esta frase a la ligera, la empleamos casi sin darnos cuenta, mientras, por ejemplo, estamos esperando a alguien o tenemos mucha prisa. Pero es así, el Tiempo es Oro, es oro y es un segundo.
A partir de ahí, desglosa su idea bajo la cual piden a las instituciones públicas una racionalización y felixibilidad de los horarios de trabajo, tomando como base una gran verdad: “…las personas se han de valorar por sus resultados, ya que las horas de presencia no garantizan una mayor eficiencia”.
Ahí está la clave. Y ahí está lo que también se ha hablado en los comentarios del post anterior: hay que disfrutar el tiempo, no sólo pasarlo y mucho menos matarlo.
Cuando se está sentado frente al ordenador cada mañana, o cara a cara con un cliente entre papeles y copas de agua, es ahí donde se debe estar. Cuando la jornada – de un modo u otro – termina y uno se encuentra sentado en un bar al sol con compañeros, es ahí donde se debe estar.
“El tiempo es como un circo; siempre está empacando y marchándose.”
B. Hecht
Genial la frase de Hecht.
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